Es la firma elegida por el investigador a lo largo de su carrera profesional.
El uso de diferentes firmas disminuye la visibilidad del autor, dificulta la recuperación de sus publicaciones y dificulta determinar el número total de citas recibidas.
Responsables de esta falta de normalización son el propio investigador que utiliza distintos nombres a lo largo de su carrera y las mismas bases de datos (por ej. las anglosajonas suelen recoger sólo el último apellido).
El investigador ha de ser consciente de elegir una firma que lo identifique y usarla a lo largo de toda su carrera profesional.
Es el resultado del esfuerzo consciente que realiza el investigador por y para ser identificado y reconocido en un contexto digital, distinguiéndose del conjunto de investigadores a través de la normalización, con el uso de identificadores y la difusión de resultados de investigación en redes y plataformas.