Hay diferentes cuestiones que tenemos que tener en cuenta para mejorar nuestros artículos antes de enviar el manuscrito a una revista:
Algunos trabajos son rechazados porque no están bien estructurados y redactados. Redactar bien es muy difícil.
Un artículo bien redactado impacta mucho más en el lector, puesto que no tiene que releer frases, ni intentar imaginar qué se quiere decir con la esperanza de que más adelante se le aclare la duda. Una mala redacción puede impedir que se comunique una buena idea.
Redactar correctamente es todo un arte, y requiere mucha dedicación, no se puede pretender que las frases sean optimas a la primera, sino que en general se tendrá que ir retocando y mejorando, revisando el texto varias veces, en momentos distintos. Cuando se revisa el texto, hay que empezar otra vez por el principio para tener una visión general del discurso, siguiendo un hilo conductor lógico.
Hay que ser preciso en la escritura, evitando la retórica, jerga excesiva, y expresiones coloquiales. El autor tiene que adaptar su escrito al estilo de la revista (citas, notas, bibliografía...), aun a riesgo de que luego no se le acepte y tenga que cambiarlo todo para presentarse a otra revista.
Un párrafo no debería tener más de 4 o 5 líneas.
Aunque el trabajo sea firmado por varios investigadores, a fin de hacer eficiente el proceso de escritura científica se aconseja que sean sólo una o dos personas las que escriban el grueso del trabajo y que el resto de autores revise e incorpore cambios en las versiones finales del borrador.
El idioma en el que se escribe un documento va a determinar el área geográfica donde puede tener impacto, y hoy en día el inglés es la principal lengua vehicular de la comunicación de la ciencia.
Siempre que se pueda hay que publicar en inglés (incluso en ciencias sociales y humanidades) pero ello añade bastantes dificultades y a veces barreras al ya difícil proceso de escribir un artículo.
Si se quiere publicar un artículo en inglés sería deseable redactar directamente en este idioma, y no traducir el artículo del castellano, ya que las estructuras y las formas de expresar las ideas son diferentes en uno y otro.
Si el manuscrito va a ser traducido al inglés es necesario asegurarse de que sea un traductor de la especialidad y nativo inglés.
Para conseguir publicar en revistas de impacto en lengua inglesa, una buena estrategia es tratar de colaborar con investigadores ingleses o norteamericanos y escribir artículos a medias.
Es muy conveniente que siempre se añadan ilustraciones a los artículos, pues aportan varias ventajas:
- hacen el texto mucho más claro.
- ayudan a que el lector se sitúe mejor en el contexto.
- son estéticos, mejoran la presentación.
- permiten comparar variables y observar tendencias.
Si no es adecuado incluir tablas ni gráficos, el autor buscará alguna imagen que resulte próxima al tema, pero que no sea un mero adorno, ya que desmerecería la seriedad del tema que se presenta.