Promoción del artículo:
Con la publicación del artículo el investigador consigue uno de sus objetivos: demostrar que ha estado trabajando para hacer adelantar un poco más la ciencia en una cantidad suficiente como para que una revista de impacto se lo reconozca. Ahora tendrá que dedicar un importante esfuerzo a la promoción de su artículo, algo que hoy en día es absolutamente necesario, dada la extraordinaria cantidad de información existente en todas las materias. Tiene que intentar que cuando alguien busque información sobre lo que ha escrito encuentre fácilmente su artículo y lo cite, pues el número de citas recibidas es el necesario complemento para valorar la calidad de su investigación. Después del gran esfuerzo que supone conseguir la aceptación de un paper en una buena revista científica, es lamentable comprobar cómo algunos autores no hacen lo suficiente para difundirlo.
Debe preparar versiones en html y pdf y subirlas a su web personal o en repositorios, tanto institucionales como temáticos. Si éstos son indexados por los buscadores, los artículos adquieren una gran visibilidad y al poco tiempo pueden consultarse las estadísticas para comprobar cómo han sido descargados desde todo el mundo. En muchos casos van a ser más visibles que desde la propia revista (Torres-Salinas; Delgado-López-Cózar, 2009).
Antes de depositar un artículo en una web o repositorio debe saberse si la editorial lo permite, pues por defecto los derechos de copia y explotación del artículo son de la editorial. (a menos que se haya firmado un acuerdo donde se diga explícitamente lo contrario).
Se puede preguntar a la editorial o acceder a los proyectos Sherpa-Romeo o Dulcinea para editoriales españolas.
Se recomienda seguir una estrategia de difusión a través de las webs 2.0 que puede incrementar la visibilidad del trabajo: Mendeley, ResearchGate y Acaemia.edu
Cuanto más se conozca a un investigador más posibilidades tendrá de que le citen y más oportunidades profesionales se le pueden presentar, pero su visibilidad debe trabajarla.
Todo investigador debería tener una web. En general es mejor tener la web personal colgando del dominio de una universidad, pero también es una buena opción comprar un dominio propio, con el apellido. Además es aconsejable tener presencia en otras webs, desde las cuales se pueden poner enlaces, como un blog.
Entre las actividades que en general debe realizar, cuidando la imagen y la reputación profesiones están:
- Participar en blogs, listas y redes sociales con el nombre, sin usar seudónimos y firmando mensajes y post con la url de la web personal.
- Ofrecer presentaciones en las asociaciones y colegios profesionales de la disciplina.
- Subir las presentaciones a Slide Share
- Participar en reuniones profesionales y congresos.
- Inscribirse en directorios profesionales poniendo una buena foto.
- Tener siempre el CV actualizado.
Una vez se ha publicado un artículo científico es interesante conocer el interés y las reacciones que suscita entre la comunidad científica. Es fácil saber el número de veces que ha sido citado consultando las bases de datos Web of Science y Scopus, o el buscador académico Google Scholar. Una buena opción para controlar las citas recibidas es crear un perfil o ficha personal que recopile nuestros artículos.
Junto a las métricas tradicionales, en el último lustro las nuevas plataformas de la denominada Ciencia 2.0 y las redes sociales, repositorios o gestores de referencia online, ofrecen también una serie de indicadores alternativos almétricas, que también ayudan a conocer la difusión de los trabajos, sobre todo entre públicos diferentes científico.
